Día 3 viaje a Europa 2022


Ya con la tarjeta de transporte público, me dirigí hacia el centro de la ciudad a conocer lo que se podía conocer gratuitamente, ese día no lo iba a tener completamente libre así que la famosa tarjeta Iamsterdam Card la compraría otro día.

Desde antes de llegar había elegido qué cosas quería conocer y que eran gratuitas, así que fui a algunas como la casa más angosta de Amsterdam, el Barrio Rojo, que de día no tiene mucho rojo, algunas iglesias, los canales, el puente de los cinco puentes y obviamente la famosa estación central de Ámsterdam.

Y estaba casual en la plaza Dam cuando el clima hizo de las suyas, tocó que lloviera de pronto algo fuerte y aunque traía paraguas mis tenis acabaron hechos sopa con la lluvia, lo raro fue que unos 15 o 20 minutos después ya no había más lluvia y había un buen clima, creo que por eso dicen que se puede pasar todas las estaciones del año en un día en Ámsterdam.

También fui al Vondelpark y no pude evitar compararlo con otros parques que había conocido en Canadá o incluso en Londres, desafortunadamente el Vondelpark está muy descuidado, necesita un buen jardinero que le dé una buena ayuda.

Ese día fue cuando me di cuenta de que aquí casi todo se paga con tarjeta de crédito y no con cualquier tarjeta, sino con una touchless, para infortunio mío, ni mi tarjeta, ni mi banco daban ese servicio, pero en Ámsterdam aún hay muchos lugares donde no es “obligatorio” tener una tarjeta touchless, así que lo dejé pasar. Spoiler alert: gran error.

El motivo principal del viaje, como había comentado, fue el concierto de Queen, no solo había comprado boletos, sino también compré la experiencia VIP lounge, así que llegué poco antes de las 5 pm, el concierto empezaba a las 8 pm, aunque las indicaciones decían que tendría que haber llegado 5:30 pm, me tocó esperar un rato, luego nos pasaron al lounge, nos dieron algo de comida y algo de bebida y justo ese día empecé a conocer un poco más a algunos, no todos, holandeses.

Para empezar, fácil miden más de 1.80 metros, entonces creo que salgo de su campo de visión, por lo que muchos o no se percatan o no les importa mi presencia y simplemente hacen lo más fácil para ellos que es ignorarme, así que por un buen rato me quedé ahí esperando a que alguien me hiciera algo de caso. Yo que pensaba que eso iba a ser lo peor del día, estaba equivocada.

Pasó el tiempo y pasamos al Ziggo Dome, anteriormente había tenido la costumbre de comprar una playera en los conciertos importantes a los que iba, pero pasó igual a como pasó en migración en el aeropuerto, había una fila enorme y cuando vi los precios, no bajaban de 40 euros.

Ha de ser bonito viajar a un lugar en el que tu moneda vale lo mismo que la moneda de a dónde viajas, pero ese no era mi caso, el euro anda rondando los 21 pesos mexicanos, así que una playera de 40 euros me iba a salir la módica cantidad de más de 800 pesos, eso quitando de que no hubo algún diseño del que me enamorara y la fila interminable, al final no compré nada en el concierto.

Así que fui a mi asiento que estaba en primera fila, medianamente bien ubicado, con la bolsita que nos dieron de VIP, me tocó entre dos mujeres y lo que a continuación iba a pasar, jamás, ni en mis peores pesadillas me lo hubiera imaginado.

Todo empezó cuando me recargué en la baranda de enfrente, no había empezado el concierto, no pasaba nada y la señora de unos más de 50 años a mi izquierda, me habló en neerlandés y yo obviamente no entendí, le dije que me hablara en inglés y lo que quería era que me sentara bien, que no la dejaba ver y yo pensé, no está pasando nada, pero bueno, nunca he sido de problemas así que me senté bien.

Empezó el concierto, todo bien, genial, veía de cerca a Brian May, de alguna distancia a Roger Taylor, yo había ido a verlos a ellos, al final de cuentas. Luego de un rato hice lo que todo el mundo estaba haciendo, agarre mi celular y me puse a grabar y ahí fue cuando me di cuenta de que aunque no fumes, tanta marihuana en el aire, te puede llegar a afectar neurológicamente.

La señora a mi izquierda se puso como energúmena diciéndome que quitara el celular, que era irritante, amenazando que iba a aventar mi celular. Yo me defendí diciéndole que ella había estado pegándome al moverse, lo cual era cierto, pero yo no estoy loca como para armar escándalo por eso y que aventar mi celular era ilegal y no sé si esa fue la clave, pero ya jamás me molestó. Al final de cuentas todo de lo que se quejó lo termino haciendo ella y el señor mayor con el que iba.

Realmente me sorprendió y de mala manera la conducta de la gente de Ámsterdam, no solo por esa señora, también por los ciclistas que realmente no tienen ni la más mínima precaución con los peatones, al bajar del ferry ellos bajan rápido y no les importa que alguien vaya enfrente, el peatón se tiene que quitar, me tocó ver como niños corrían sin importarles que en frente fuera caminando un adulto mayor y que casi lo tiraran, más allá de todo, mi percepción fue que son mal educados, tosen sin taparse la boca, escupen al piso y ni hablar del uso de cubrebocas, porque en estos lados del mundo, parece ser que el Covid ya no existe.

Al final del día, a cómo pude disfruté el concierto, dándole completamente la espalda a la señora loca y siendo feliz de que vi en vivo a Roger Taylor y a Brian May.

Acerca de Kurai Tsukino

Twittera, blogguera, Web Developer, drama Queen, catlover, fan de Queen y Freddie Mercury.

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